Reciclando una caja de vino y tutorial

Holaaa!. si, estoy muy perdida, pero es que mis días son muy largos. Tengo tantas cosas en marcha... mi marido cuando me ve pensativa dice... miedo me das!. Es cierto, tengo una suerte grandísima. No se lo que significa la palabra aburrimiento. No estoy nunca parada y cuando lo estoy lo que está en marcha es la cabeza jajajaja. Sin ir más lejos. Me gusta mucho la decoración. No es eso de gastarse dinerales en nuevas adquisiciones de muebles, cortinas...eso, no lo soporto. Debo ser de las pocas mujeres que no soportan ir de tiendas de ninguna clase. Hasta la compra de la comida la hago supersónica. jajajaja . A mi lo que me gusta es jugar con lo que hay, y darle un nuevo look, o cambiarlo de sitio. Debe ser reminiscencias de mi niñez jajajaja. MI madre era así. Mientras estábamos en clase se paseaba los muebles ella sóla por el pasillo y cuando volvíamos entrabas a tu dormitorio y te encontrabas el de tu hermano y así..y tenía mucho gusto , parecía que cada día estrenabas casa. Pues a una distancia considerable,porque ella lo supera todo, estoy yo. Tenia por un lado una colección de dedales, abandonada, por la falta de sitio donde ponerla- que ahora retomaré- y por otro unas cajas de vino. Y este ha sido el resultado.

QUE COMO SE HACE? Desmonté la parte trasera de la caja, son grapas, sólo hace falta un destornillador y un martillo y eso si, paciencia para no cargártela, que estas casas son todo menos resistentes. Luego, se corta un trozo de tela- tipo tapiceria - del tamaño exacto de la parte trasera. Con ayuda de un pincel, ponemos una cantidad generosa de cola blanca y con buen pulso ponemos la tela exactamente sobre el panel y con ayuda de un trapo y siempre del centro a los extremos, se peina para que queden sin agurragas y bien pegada. Mientras esto se seca. Pintamos la caja - no necesita lijarse aún- con una pintura al agua del color elegido. Un par de capas mínimo. El paso siguiente es lijar, sin sacar la madera. Podeis pintar de dos colores distintos y al lijar que salga el color de abajo- ya se me está ocurriendo una cosilla nueva..- y cuando esté suave como el culito de un bebé. Ponéis cera y con ayuda de un cepillo como el de los zapatos nos ponemos a sacar brillo. le pegamos la parte entelada con ayuda de una maquina de tapicería de poner grapas y listo!. Ya sólo os falta llevarlo a una cristalería y que os hagan las lejas interiores y la puerta de cristal. Hasta otro díaaaa. Esta tarde a hacer galletas para haloween !!.Ya os cuento...

Primera en ver el toro!!!

Hola a todos!. Hacía tiempo que no metía las manos en la masa. El lunes fue mi santo y no estuve en casa para celebrarlo y mis peques no tuvieron ningún bizcochito ni galletita rica que echarse a la boca hecha por su mamá. Les he hecho galletas de mantequilla. Estas tienen forma de toro, y en casa no es que nos vaya lo de los toros y la fiesta nacional, que no sé porque lo llaman fiesta... bueno, para el público quizá, que le pregunten al animalillo. La historia de las galletas va de otro palo. Cuando Guillermo tenía 4 años íbamos a Barcelona, al Forum, y cuando íbamos por las pedrizas empezó a preguntar que cuanto faltaba. Fue cuando lo preguntó por enésima vez cuando empezé a gritar simulando una felicidad sin igual, en lugar del estress de la leche que gastaba. Primera en ver el toro!!, primera en ver el toro!!. Todos se quedaron callados , Guillermo dejó de protestar y mi hija me miraba como pensando que aire le ha dado a mi madre?. Y me preguntaban que pasaba. Y yo dije, he sido la ganadora, he sido la primera en ver el toro, y como tu. mirando a mi hijo ibas preguntando cuando llegamos no te has dado cuenta y has perdido. A partir de ese momento el viaje se convirtió por una carrera para ver quien era el primero en ver el toro. Todos pendientes de si en la próxima curva aparecía un toro para gritar el primero y hacer valer que se es el campeón. Ese truco valió para que los viajes fueran divertidos. Algunas veces cuando me voy a Granada sóla, me sorprendo gritando que soy la primera en ver al toro